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Foto del escritorPablo Iglesias Aunión

Don Pedro Portocarrero y Guzmán, más que un Patriarca de la Indias (1640-1708)


"Es del Señor Patriarca de las Indias", en referencia a Pedro Portocarrero y Guzmán


Marcamos generalmente el panorama de actuación de determinados personajes, vinculándonos con un cierto localismo al pretender resaltar el lugar al que refiere su nacimiento. Pudiera ser el caso de Pedro Portocarrero y Guzmán, nacido en Montijo y que fue desde el año 1691 a 1701, Patriarca de las Indias.


El hecho de ostentar este cargo y haber nacido en Montijo el 27 de febrero de 1640 (murió en Aviñón, Francia el 21 de marzo del año 1708 que no 1798 como en alguna referencia biográfica se ha publicado), parece quedarlo circunscrito a estas dos cuestiones: Montijo y Patriarca de las Indias.


Patriarca y donador en el Convento del Pasmo


Cierto que ser Patriarca de las Indias Occidentales era un cargo (Patriarchatus Indiarum Oddicetalium), que vinculaba a una sede titular de la Iglesia Católica y cuyo origen (como institución), se remonta al 11 de mayo del año 1524 con Carlos I, durante el periodo de colonización de esas llamadas Indias Occidentales (desde el año 1963 es ya "sede vacante"). ¿Era cargo importante? Obviamente pues, generalmente, lo ostentaban prelados españoles que por norma solían desempeñar funciones en palacio u otras capellanías mayores. Hasta la corte misma de Carlos II (1665-1700), último Austria, llegó nuestro prelado montijano, quien además fue arzobispo titular de Tiro, capellán mayor y limosnero mayor del rey Carlos II, nuncio a látere del papa Inocencio XII (1691-1700).


Precisamente de su ánimo donador, conocemos que el Convento del Cristo del Pasmo, fundado por su hermano, Cristóbal Portocarrero y Guzmán quien fuese IV Conde de Montijo (eran hijos de Cristóbal Portocarrero y Enrique de Luna e Inés de Guzmán Fernández de Córdoba), posee regalado por él, un cáliz en cuya base se puede leer "Carolus II D(ei) G(ratio) Hispanorum Rex virtutis protecciones. Ilustrísimo señor don Pedro Portocarrero y Guzmán. Patriarca de las Indias. Años 1695" (Fotografía del cáliz tomada de la obra sobre el conventual de las Clarisas, cuyo autor es Antonio Arévalo Sánchez).


Más que un Patriarca de las Indias


No traernos hasta aquí a don Pedro Portocarrero y Guzmán como tal Patriarca, de indudable relevancia sino como autor de la obra Teatro monárquico de España editada justo al inicio del siglo XVIII es decir, en el año 1700. ¿Qué tiene de relevancia esta obra? Muchas cosas y todas ellas excelentes. En primer lugar, los años finales del siglo XVII ya con el reinado de Felipe IV (1621-1665) y de manera concreta con Carlos II, España conoce una crisis y una decadencia que hizo que incluso los valores morales y materiales descendieran hasta tales cuotas, que todo el país se esforzara en meditar por entender las causas y poner los remedios.


"Ex biblioteca Petri Portocarrero Patriarcha Indiarum Año 93"


Precisamente con esta obra, don Pedro Portocarrero habla del increíble desorden de las finanzas, del peso de unos tributos incrementados por sus ejecutores que agravaban la ya injusta desigualdad de los pobres: "...entra en su casa, no halla de qué hacer prenda de consideración, hácela de la cama propia, de la gallina, del lechoncillo, que era de la sustancia del pobre infeliz para poder con gran miseria en un largo y penoso invierno alimentar sus hijuelos."


Insiste don Pedro Portocarrero incluso en los usos y abusos en la corte de Carlos II, afirmando que consumía tanto dinero que se pasaba hambre, había deudas y los criados inferiores se amotinaban porque no se les pagaba. Así se expresa el Patriarca montijano: "Si a un rey le dijeran que pagaba siete mil criados y no podía mantener cien hombres en un frontera...si le llegaran rumores que como de fiado y que su despensa está cerrada...que el mercader no fía porque no paga...que más de una vez se ha amotinado por esta razón la chusma inferior..."


Biblioteca de don Pedro Portocarrero y Guzmán


Fue pues don Pedro Portocarrero y Guzmán algo más que un noble acomodado en un cargo. Se sumó con sus críticas a los teólogos, filósofos, memorialistas y arbitristas que dieron luz -como afirma Antonio Domínguez Ortíz en su obra sobre la sociedad y el estado español en el siglo XVIII- a una impresionante literatura de desigual valor pero de duras críticas, a lo que terminaría siendo el paso del siglo XVII al XVIII, a travése la puerta de la dureza que siempre representa una guerra, "guerra para la sucesión" de una corona que viajó de los Austrias a los Borbones y donde en el inconformismo del momento, hubo montijanos que levantaron la voz en favor de los abusos y de las necesidades sociales y económicas de los más desamparados

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Imágenes tomadas de:


- Arévalo Sánchez, A.: Las Clarisas de Montijo. Historia del Monasterio Santo Cristo del Pasmo (pág. 107). 2007.

- Universidad de Salamanca: Biblioteca General de Historia. Salamanca, 2009.


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