top of page
Foto del escritorPablo Iglesias Aunión

La Garrovilla a través de la mesa maestral emeritense: siglo XV (1ª parte)



Quizá en momentos como en los que vivimos, necesitemos el sosiego y la suavidad de ser capaces de observar las cosas bellas y ricas que tenemos a nuestro alrededor para que a su vez, nos “serenen y enriquezcan por dentro” y así nos hagan más amables y sinceros en lo externo con los demás. Cansado del “y tú más”, “la culpa la tienen estos o aquéllos…” la Historia me llama la atención como si me “golpeara en el codo” para que mire a ese alrededor. Lo hemos hecho con localidades como Torremayor, Montijo o Puebla de la Calzada.


Y es que ha sido ella, la Historia, quien siempre me ha proporciono esas sensaciones de las que hablo, especialmente desde su didáctica (enseñanza) y de manera muy profunda desde el campo de la investigación. Y decía al principio lo de “observar las cosas bellas y ricas que tenemos a nuestro alrededor”, porque existen en nuestra tierra extremeña localidades que encierran un profundo sabor a Historia, un aroma al ayer para oler el presente y saborear el futuro que a buen seguro sabremos construir entre todos con reciedumbre y esperanza.


Una de esas localidades (de las muchas que iremos mostrando) es La Garrovilla, desde su imponente iglesia parroquial vestigio de ese pasado del que hablamos, hasta su presencia en el día a día que nos concierne a todos.


Si deseas leer el estudio completo accede aquí . O bien:





18 visualizaciones0 comentarios

Comments


bottom of page